En el primer trimestre se me ocurrió hacer una cápsula del tiempo con mi alumnado. Durante una sesión de los primeros días de clase explíqué al alumnado que era una cápsula del tiempo, para qué se hacía, qué pueden contener. Les mostré videos de cápsulas del tiempo famosas como: la de la real academia de las letras o algunas que han aparecido al hacer obras de edificios como la peculiar historia del descubrimiento de la cápsula del tiempo en el MIT de Massachusetts.
Les anime a que hiciéramos en clase una capsula en la que meter a principio de curso deseos para el año, objetos especiales, fotos de las personas queridas… para que a final de curso la abriéramos y pudiéramos leer, y recordar esas historias y ver lo que había pasado. Descubrir si los deseos de entonces se mantenían o se habían cumplido, si seguíamos con esa persona a la que nos habíamos unido….
Preparé un pequeño documento con las cosas que debía de tener esa pequeña caja que meteríamos en nuestra peculiar capsula: una taquilla de las que tenemos en clase. Con el documento sería más fácil que cada uno en casa la preparara y hubiera cosas interesantes. Objetos, secretos, deseos, cosas que nos gustaban cosas que queríamos estudiar, una noticia importante de ese momento, fotos…
Les insistí que en que nuestra caja debía ser en sí misma un pequeño objeto de arte. Había que prepararla con mimo, escribir con una letra especial, hacer lettering, meter algún dibujo, en definitiva, decorar la para que no fuera un simple objeto, sino como he comentado: una pequeña obra de arte. Uno de los referentes con los que luego pensaba trabajar con ellos en el proyecto identidad cajas con historias era Joseph Cornel así que ya les mostré alguna de sus cajas.
Cerramos un día en la agenda para que todos trajeramos nuestras cajas y meterlas en la cápsula-taquilla, y sólo ese día se abriría y quedaría cerrada.
Llegó el día en el que todos metimos nuestra caja en la taquilla y se cerró con llave que escondí. Les prometí que el último día de curso abriríamos esa puertecilla y así lo hicimos. El último día de clase del curso ha sido el momento de abrir la cápsula y descubrir todos esos secretos.
Ha sido un momento mágico, lleno de sonrisas. No estábamos todos, pero los que estábamos hemos disfrutado muchísimo. Todos querían repetir esta experiencia. Por mi parte estoy segura de que volveré a repetirla con mi nuevo alumnado el próximo curso.
Un final de curso muy especial lleno de risas y recuerdos que nos han enseñado algunas cosas, como que no hay mal que cien años dure!!!! Gracias por compartir vuestros secretos y sueños conmigo querías y queridos alumnos.
Pincha el enlace para ver el video:
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Como muchos me lo habéis pedido en instagram, os dejo los documentos que les preparé al alumnado para que organizaran su caja.