No sé muy bien cómo empezar esta entrada que desde hace tanto tiempo quería haber podido escribir pero que tanto se ha retrasado. Sólo me viene una frase a la cabeza:

¡Ha merecido la pena!.

Antes de navidad pedí al alumnado hacer una reflexión sobre el proyecto ENTRAR EN RELACIÓN que en ese momento estaba aún por terminar. Les preguntaba los pros y los contras, las dificultades encontradas, si creían que había merecido la pena. Casi la totalidad del alumnado que entregó su reflexión estaba muy contento. Incluso algunas de esas reflexiones me han servido para retro-alimentarme y al menos sólo por que uno de mis alumnos haya encontrado  el sentido a los objetivos que yo marcaba para el trabajo, para mí ha merecido la pena. Al leer las reflexiones que pido como parte de la evaluación de los proyectos, una de las frases maravillosas que encontré  es que pensaban que este trabajo les había permitido usar su libertad de manera responsable.  Consideraban que no habían sido todo los responsables que debían haber sido cuando se les había dado la oportunidad, pero definitivamente todos estaban contentos del trabajo realizado. Como ejemplo esta personalísima explicación de Antonio Gonzalez de 2º E Y esto fue antes de navidad, cuando aún no estaba la instalación terminada. Pero ahora, cuando ya la pueden ver y tocar  luciendo en el pasillo de entrad,  creo que están encandilados con su propio trabajo. Todo el mundo haciéndose fotos con «los muñecos» y subiéndolos a su perfil de Instagram. Sé que la mayoría del alumnado (¡y de los profesores!) no entra en detalles ni comprende el significado de la instalación. A pesar de que hay carteles que explican la metáfora. Pero como ya son tantas cosas hechas en el centro,  muchos  me preguntan:  Mayalen ¿y esto qué significa? .¿Y de qué va esto?. ¡Caramba! parece que algo vamos cambiando. Creo que si alguno de mis alumnos o mis compañeros van en un futuro próximo a alguna exposición de arte contemporáneo o a un museo, se enfrentarán a las obras con una mirada más curiosa. ¿Qué contarán estas obras?. ¿Qué nos quieren expresar o transmitir los artistas? Algunos compañeros  más formados e interesados en el ate rápidamente han reconocido la influencia de Juan Muñoz en la obra, lo que es todo un orgullo.

” El continental” es una instalación con forma de restaurante que emula el trabajo de Juan Muñoz y nos hace reflexionar sobre la necesidad de mejorar las relaciones entre personas de diferentes culturas y países. Las esculturas no tienen color, no se les puede identificar tampoco por su forma de vestir, y el género tampoco parece muy definido. Sólo podemos saber quienes son si hacemos el esfuerzo de escuchar la presentación que hacen en cada uno de sus reproductores de voz. Cada personaje  se presenta con su nombre y en su lengua. Lo que  podemos ver claramente es que son grupos de amigos sentados a la misma mesa.
Ojalá las barreras raciales, culturales y los prejuicios fueran poco a poco desapareciendo. No creo que sea este un objetivo fácil de solucionar, pero instalaciones artísticas como esta pueden hacer pensar en ello.       

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