Suelo caracterizarme por ser positiva y animosa cuando planteo trabajos en el aula. La verdad es que no me da miedo hacer cosas distintas, investigar, en fin, que apriori, me gusta pensar que puedo con todo, pero hoy tengo que hablaros de algo que no ha salido como esperaba. Escribir de una renuncia, escribir que no siempre las cosas tienen finales felices. Ayer me cabreé con mis alumnos de cuarto, que en realiadda es un buen grupo, esos del «Proyecto Botella» y tiré la toalla. Les dije que se acabó, que no aguanto más la sensación de que la única interesada en que salgan las cosas soy yo, y que en este tercer trimestre voy a ir a lo fácil, a algo que no me da tanto trabajo ni quebraderos de cabeza. ¿Que quieren dibujo técnico para el bachillerato?(eso decian al principio de curso), pues ¡dos platos!. Les voy a inflar a diédrico.

Me enfadé porque a un día de la evaluación aún me decian que tenía que esperar a mañana para recoger sus trabajos de todo el trimestre.

En fin, han pasado dos días y me voy viniendo abajo. Ya parece que no estoy tan enfadada. Ya me parece que en realidad han trabajado bastante (la mayoría), ya……¡PERO, YA SOY YO LA QUE NO TENGO GANAS DE SEGUIR!
Pienso en el simposium de profesores de plástica y la cantidad de cosas preciosas que se hablaron allí, pienso en esos ánimos positivos que siempre me caracterizan y digo como Arancha Sanchez Vicario o Nadal, ¡VAMOS!, pero……buf. Tengo pereza.
¿Alguien me ayudaría a encontrar una solución?
Querido alumno/a de 4º, puedes dejar tu opinión en un comentario. Según vuestra percepción del asunto, parece que estoy fuera de la realidad y que vosotros trabajais mucho. Puedes utilizar esta vía para explicar tu postura y ya de paso contarme por donde te gustaria seguir trabajando este trimestre.